Nuestra última noche en Irlanda del Norte fue Londonderry o Derry. Esta ciudad en la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda, también fue escenario de enfrentamientos entre católicos y protestantes. También mantiene impolutos los murales cargados de ideología y simbología de ambos bandos que conviven con mensajes de la cultura moderna.
El centro de Derry es bastante peculiar en Irlanda porque está rodeado por una muralla que se puede recorrer y tiene unas vistas maravillosas.
Lo que más nos llamó la atención fue el silencio que recorre las calles, los restaurantes que cierran temprano y lo vacías que están las calles a las diez de la noche.
Cuando llegamos a nuestro Bed and Breakfast nos explicaron que, debido al conflicto, existe poca cultura de salir a cenar o tomar un café.
Esta breve conversación, nos dejó con ganas de saber más y pasamos el resto de noche investigando sobre los disturbios de Irlanda del Norte. Descubrimos las atrocidades del enfrentamiento entre ambos bandos y nos escandalizamos con la guerra civil que se montó en el centro de las ciudades. Los actos terroristas podían afectar a cualquiera que pasara por la calle en ese momento.
A pesar de no tener mucho tiempo para visitarlo, nos pareció un lugar encantador y un muy buen punto de partida perfecto para visitar el noroeste de Irlanda.